Igari makeup: La tendencia japonesa de mejillas sonrojadas

La influencia de los looks asiáticos en la belleza occidental ha crecido exponencialmente en los últimos años. Lo que antes era una curiosidad lejana, hoy es una fuente de inspiración constante para maquilladores y amantes de la belleza. Una de estas innovadoras corrientes que ha capturado la atención mundial, y especialmente la de jóvenes de nuestro continente, es el igari makeup.

Originario de Japón, este estilo de maquillaje se distingue por su enfoque en un rubor vibrante y estratégicamente aplicado en la parte alta de las mejillas, justo debajo de los ojos, creando una apariencia fresca, juvenil y con un toque de dulzura casi etérea. Más que una simple técnica, el igari makeup es una declaración de intenciones: realzar la belleza natural con un toque de color que simula un rubor espontáneo, como si acabaras de volver de un paseo bajo el sol o de experimentar una emoción intensa.

¿Qué caracteriza al maquillaje japonés?

El maquillaje japonés, conocido como J-Beauty, va mucho más allá de simplemente aplicar cosméticos. Es una filosofía que prioriza la salud de la piel y la búsqueda de una belleza que irradie desde el interior. A diferencia de otras tendencias que pueden enfocarse en contornos marcados o transformaciones dramáticas, el maquillaje japonés natural se centra en realzar los rasgos faciales con sutileza, creando un lienzo impecable que permita que la personalidad brille. Aquí te presentamos las características fundamentales:

• Piel suave y luminosa: La base de cualquier look japonés es una piel cuidada y radiante. Se busca una tez uniforme, hidratada y con un brillo natural, sin sobrecargarla con capas pesadas de maquillaje. El objetivo no es la perfección artificial, sino una piel que luzca saludable y llena de vida.
• Énfasis en los ojos: Los ojos suelen ser el punto focal, pero con una aproximación diferente. En lugar de delineados dramáticos o sombras intensas, se prefieren los delineados finos y sutiles que alarguen o redondeen la mirada, pestañas largas y bien definidas, y sombras en tonos neutros o pastel que aporten luminosidad y profundidad sin competir con otros elementos del rostro. La idea es abrir la mirada y darle una expresión tierna o sofisticada, según el estilo deseado.
• Rubor estratégico: Este es, sin duda, uno de los elementos más distintivos. El maquillaje se coloca de manera que simule un rubor natural, a menudo más alto en el rostro, e incluso extendiéndose ligeramente sobre el puente de la nariz, creando una apariencia de calidez o timidez.
• Labios suaves y degradados: Los labios suelen ser un complemento más suave, a menudo con un acabado sutilmente brillante o degradado. Los tonos rojizos, rosados o coralinos son populares, aplicados de forma que el color sea más intenso en el centro de los labios y se desvanezca hacia los bordes, creando una sensación de volumen y suavidad.
• Cejas naturales y definidas: Se busca una forma de ceja que se adapte a la estructura facial, generalmente suave y no excesivamente arqueada. Se rellenan con un lápiz o polvo para darles definición, pero manteniendo siempre un aspecto natural que enmarque la mirada sin restar protagonismo.

El maquillaje japonés es una celebración de la belleza en su forma más pura y luminosa, y el igari makeup es una de sus expresiones más encantadoras y fáciles de adoptar.

Igari makeup: ¿Qué es y cómo conseguirlo?

El igari makeup, también conocido como "maquillaje de mejillas sonrojadas", es una tendencia japonesa que simula el rubor natural que aparece en las mejillas después de haber bebido alcohol o de experimentar una intensa emoción. Pero no te dejes engañar por el nombre: la intención no es lucir desaliñada, sino más bien tierna, inocente y con un encanto juvenil.

La clave de este igari style radica en aplicar el rubor natural de forma concentrada en la parte superior de las mejillas, justo debajo de los ojos y, a veces, extendiéndose ligeramente sobre el puente de la nariz. Esta técnica crea una apariencia de suavidad y dulzura, haciendo que los ojos parezcan más grandes y el rostro más delicado.

El corazón de este look reside en el rubor, y aquí es donde productos innovadores como Sunkisser Blush de Maybelline se vuelven tus mejores aliados. Este es un rubor líquido que te ayuda a lograr ese acabado radiante y bronceado al instante. Su fórmula ha sido diseñada para brindarte un color vibrante que se difumina sin complicaciones, permitiendo construir la intensidad deseada. Además, su composición enriquecida con Vitamina E no solo embellece, sino que también cuida tu piel.

Para lograr ese aspecto encantador del igari makeup, la elección del tono de rubor es crucial. Los rosas suaves, duraznos vibrantes o corales cálidos son ideales, como los tonos matte Pink Mirage y Peachy Quench, ya que imitan ese rubor natural. La clave es evitar los tonos demasiado oscuros o con subtonos fríos que podrían endurecer el rostro en lugar de suavizarlo.

Paso a paso para lograr el igari style perfecto

El igari style es una técnica de maquillaje relativamente sencilla, pero que requiere atención a los detalles para lograr ese rubor natural y encantador. Sigue este paso a paso para dominar el arte del igari makeup y lucir un maquillaje juvenil y fresco.

Preparación del lienzo

1. Limpieza e hidratación profunda: Comienza con una piel limpia y bien hidratada. Este es el secreto de todo maquillaje japones natural. Asegúrate de que tu piel haya absorbido completamente tus productos de skincare. Una piel bien hidratada es la clave para que el maquillaje se asiente de manera uniforme y luzca radiante.
2. Base ligera: Aplica una capa delgada de tu base favorita. Elige una fórmula que sea ligera, que unifique el tono de tu piel sin sobrecargarla. El objetivo es una cobertura que deje ver la textura natural de tu piel, priorizando un acabado luminoso y saludable. Utiliza una brocha, esponja o tus dedos para difuminar el producto de manera uniforme por todo el rostro.
3. Corrector (si es necesario): Si tienes ojeras o pequeñas imperfecciones, aplica un corrector de tono similar al de tu piel, solo en las áreas necesarias. Difumínalo con golpecitos suaves con tu dedo anular o una esponja pequeña para que se integre perfectamente con tu base.

¿Cómo poner el rubor en el igari makeup?

4. Ubicación: Aplica el producto directamente en la parte superior de tus mejillas, justo debajo del centro de tus ojos. Puedes hacer uno o dos puntos pequeños. La idea es que el rubor se concentre en esta área, dando la impresión de que el color emana de un rubor espontáneo, casi como si fueras a estornudar o hubieras sonreído mucho.
5. Difuminado: Aquí la técnica es vital. Con la yema de tus dedos, una brocha de difuminado pequeña y densa, o una esponja de maquillaje, da suaves toques para difuminar el rubor hacia afuera y hacia arriba. Asegúrate de que no haya líneas marcadas; el color debe integrarse sutilmente con tu piel. Algunos maquilladores incluso extienden una pequeña cantidad de rubor sobre el puente de la nariz, logrando un rubor natural muy convincente.

Ojos frescos y definidos

6. Rizador de pestañas: Riza tus pestañas para abrir la mirada.
7. Máscara de pestañas: Aplica una o dos capas de tu máscara de pestañas favorita, concentrándote en alargar y definir las pestañas superiores e inferiores.
8. Cejas naturales: Rellena y define tus cejas suavemente con un lápiz o polvo, siguiendo su forma natural. Peina con un cepillo para difuminar el producto y fijarlas con un gel transparente si lo deseas.

Labios suaves y jugosos

9. Aplica un bálsamo labial hidratante.
10. Elige un labial en tono rosa, durazno o coral con un acabado suave o ligeramente brillante. Las tintas de labios son perfectas para este look. Puedes aplicar el color en el centro de los labios y difuminarlo hacia los bordes con el dedo para un efecto degradado, muy característico del maquillaje japones natural.

Con estos pasos, no solo dominarás el igari makeup, sino que también realzarás tu belleza natural con un toque de dulzura y frescura. El igari style es una forma encantadora de añadir un pop de color a tu rutina diaria, haciéndote lucir radiante y con un aspecto saludable. Es una tendencia que celebra la individualidad y la belleza intrínseca, invitándote a experimentar con colores y texturas que te hagan sentir bien contigo misma. ¡Atrévete a probarlo y deja que tus mejillas hablen por sí solas!